Los misterios de Mitra, relacionados con el culto oriental del Sol, tuvieron un particular éxito en el mundo militar romano. De hecho, eran especialmente violentos. Durante el rito del taurobolio, el adepto se colocaba en una fosa cubierta con una reja sobre la que se degollaba un toro; así, su sangre bañaba completamente al neófito, como si se tratara de un cruento bautizo.
Cabeza de Mitra. La disposición del cabello subraya la identificación del dios con el Sol. Las fiestas en honor de Mitra se celebraban durante el solsticio de invierno (la noche del 25 de diciembre), una fecha que, posteriormente, se estableció convencionalmente como la del nacimiento de Cristo.
El culto al Sol (heliolatría) de Mitra, a pesar de ser combatido por el cristianismo, nunca desapareció completamente de la cultura occidental. En el detalle del tapiz medieval aquí reproducido (s. XI) se vuelve a adoptar el antiguo culto pagano, incluso en los detalles atribuidos al Sol (carro, cuadrilla, corona real, espada del poder). También se pueden detectar huellas de la antigua tradición del culto al Sol en el desarrollo del heliocentrismo (-->) durante el Renacimiento.
El uso del sacrificio humano con fines rituales, practicado siempre en situaciones de extremo peligro, tanto en el mundo griego como en el romano, estaba vinculado a los cultos mistéricos más antiguos procedentes de Persia y relacionados con las enseñanzas de Zaratustra.
TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO