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PROFUNDIZACIÓN NATURALISMO RELIGIOSO




La diosa de la discordia. Gracias al carácter naturalista de la religión griega, se divinizan todas las fuerzas de la naturaleza, no sólo las positivas desde un punto de vista ético. Por tanto, existe un dios del amor (Eros), pero también una diosa de la discordia (Éride). Fue esta última la que, al ofrecer una manzana de oro <a la más hermosa de las diosas>, empezó aquella desastrosa pelea en la familia olímpica a partir de la que se desencadenó la guerra de Troya.



Mientras que el hombre actual puede leer los poemas homéricos, los antiguos poemas giróvagos (aedos), antes de su redacción escrita, los cantaban acompañándose con la cítara (técnica necesaria para memorizar la gran cantidad de material). La transmisión oral influía enormemente en el contenido: un tercio de los poemas homéricos está constituido por <fórmulas mnemónicas> (versos recurrentes de forma siempre idéntica).



En contraste con el gran interés de los primeros filósofos por la cosmología (-->), Homero no plantea ninguna hipótesis explícita acerca de la estructura del Universo. Imagina una Tierra plana, circular y rodeada por el gran río Océano. Por supuesto, Grecia era el centro del mundo, una idea a la que los griegos siempre otorgaron gran importancia (--> Oráculo).



Los dos obscenos ancianos, aquí reproducidos a partir de una pintura de cerámica mientras se disputan la posesión de una humana, son Zeus, con la escalera en la mano, y Asclepio, el dios de la medicina. Ninguna otra religión en el mundo ha permitido una ridiculización semejante a la divinidad. La religión naturalista griega nunca consideró la noción de trascendencia (-->).


TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO