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PROFUNDIZACIÓN ORFISMO



Simbología órfica en un mosaico del s. I d.C. La rueda alude al ciclo de las reencarnaciones del alma desde un cuerpo a otro; la calavera con las alas, a su inmortalidad; la escuadra que domina todo el conjunto, a la doble posibilidad de un premio o de un castigo (la escuadra es, asimismo, un símbolo de la vida mesurada en que se apoya la virtud según la ética órfica).


Representación habitual de Orfeo, con los ropajes de un pastor y sus símbolos: el gorro frigio y la cítara, cuya sobrecogedora música conseguía conmover no sólo a los animales, sino también a las piedras. Algunas imágenes de Jesús en el período de la Iglesia primitiva (-->) muestran una clara dependencia de este modelo arcaico y pagano (el poder irresistible de la palabra de Cristo quedaba expresado por similitud con las capacidades mágicas musicales de Orfeo).


La pintura egipcia reproducida en este dibujo muestra el nacimiento del grano de una momia: la mentalidad mítica establecía una relación entre el renacimiento anual de los cultivos y el del alma tras la muerte. Así como el invierno no señala la muerte definitiva de la naturaleza, ya que de una semilla nacerá una nueva planta, de la misma forma la muerte del individuo no es total: de su cuerpo (colocado bajo tierra, como la semilla) nacerá una nueva forma de vida.


La pequeña tablilla del período de la Roma imperial reproducida muestra una crucifixión al lado del nombre de Orfeo, escrito con letras legibles. Es un ejemplo sugestivo de los sutiles y, a menudo, ocultos vínculos de continuidad entre la religiosidad órfica y la cristiana.


TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO