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PROFUNDIZACIÓN MÚSICA DE LAS ESFERAS


Todavía a principios del s. XVII, el mago y científico inglés R. Fludd (Historia de los dos Universos, 1617) volvió a plantear la concepción pitagórica a través de esta imagen: en el conjunto de sus esferas, el cosmos es construido como un instrumento musical, un monocordio que Dios (la pequeña mano que sale de la nube) regula y dota de proporción. A pesar de la evidente naturaleza extracientífica (metafísica, mágica) de esta convicción, Fludd estaba totalmente informado acerca de las conquistas de la revolución copernicana.



La sílaba AUM, el sonido que, según la mitología oriental, manó del huevo cósmico en el momento en que nació el Universo, representa la onda sonora que originó el mundo y que todavía lo impregna. En la liturgia budista, esta sílaba se debe pronunciar antes y después de la plegaria con un canto coral que vuelve a proponer, de forma ritual, la condición originaria del cosmos.



Las notas musicales emitidas por los planetas, según determinaba el esquema propuesto por Kepler a principios del s. XVII en su ensayo titulado Armonías del mundo.



La correspondencia entre las melodías musicales y el movimiento de los planetas en una imagen del Renacimiento (1496).



TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO