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PROFUNDIZACIÓN ALTRUISMO





La ilustración (de Amor y odio, 1971), de Eibl-Eibesfeldt muestra el gesto protector de una madre chimpancé frente al muy similar de una pareja humana. Los sociobiólogos han ampliado el ámbito de los comportamientos humanos determinados por el patrimonio genético, suscitando una encendida polémica que aún se mantiene vigente en nuestros días.




La fuerza de los condicionamientos biológicos aparece con claridad en situaciones de peligro. <En situaciones que generan temor, el hombre o la mujer siempre buscan reconfortarse con el contacto físico con sus semejantes>. La fuerza biológica de este instinto es tan intensa que es capaz de inducir a los soldados sometidos a un bombardeo a amontonarse entre sí en lugar de esparcirse por el terreno disponible (comportamiento a todas luces más seguro).




Una imagen muy explícita tomada de Sociobiología, la nueva síntesis, de E. O. Wilson. Las ilustraciones de arriba indican los comportamientos y las de abajo, las consecuencias. Según la sociobiología, el verdadero protagonista de los comportamientos no es el individuo, sino su patrimonio genético. Dado que este patrimonio está dividido con sus consanguíneos, es necesario distinguir dos formas de altruismo: el relativo a los familiares (en realidad, egoísmo genético enmascarado) y el relativo a los extraños.




TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO