El argumento del estadio criticaba la idea de velocidad. Dos corredores (A, B) se desplazan en sentido opuesto; cuando se encuentran, cada uno de ellos, viendo al otro avanzar rápidamente en sentido contrario, pensará que corre muy veloz; sin embargo, un observador externo (O) no tendrá la misma impresión y su juicio sobre la velocidad será bastante diferente del de ambos atletas. Por tanto, la velocidad es una medida relativa que depende del punto de vista y del estado de movimiento de quien la controla. Según Zenón, esto es una <paradoja> (para todos los griegos, la velocidad siempre se considera un valor absoluto que depende únicamente del ímpetu del desplazamiento).
La flecha inmóvil. Si una flecha atravesase el espacio, entonces sería posible dividir este espacio en las partes correspondientes exactamente a la longitud de la flecha. En cada una de estas extensiones, la flecha ocuparía un espacio igual a sí misma. Pero es imposible que una cosa se mueva en el interior de un espacio igual a sí misma, ya que no tendría ningún lugar hacia el que dirigirse; por tanto, la flecha no puede en absoluto atravesar el espacio.
Asimismo, la multiplicidad es impensable porque si las cosas fuesen múltiples, deberían estar separadas de elementos intermedios y estos últimos de otros, en un proceso de subdivisión sin límites. Por consiguiente, un número finito de cosas necesitaría un número infinito de elementos de separación.
La imposibilidad de pensar el espacio. Si existe un espacio y todas las cosas existen en el espacio, como afirman los detractores de Parménides, entonces el mismo espacio, como también es una cosa, debería existir en otro espacio, el cual, a su vez, debería estar colocado en otro espacio, y así hasta el infinito.
La flecha inmóvil. Si una flecha atravesase el espacio, entonces sería posible dividir este espacio en las partes correspondientes exactamente a la longitud de la flecha. En cada una de estas extensiones, la flecha ocuparía un espacio igual a sí misma. Pero es imposible que una cosa se mueva en el interior de un espacio igual a sí misma, ya que no tendría ningún lugar hacia el que dirigirse; por tanto, la flecha no puede en absoluto atravesar el espacio.
Asimismo, la multiplicidad es impensable porque si las cosas fuesen múltiples, deberían estar separadas de elementos intermedios y estos últimos de otros, en un proceso de subdivisión sin límites. Por consiguiente, un número finito de cosas necesitaría un número infinito de elementos de separación.
La imposibilidad de pensar el espacio. Si existe un espacio y todas las cosas existen en el espacio, como afirman los detractores de Parménides, entonces el mismo espacio, como también es una cosa, debería existir en otro espacio, el cual, a su vez, debería estar colocado en otro espacio, y así hasta el infinito.
TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO