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PROFUNDIZACIÓN IGLESIA PRIMITIVA



En los primeros siglos del cristianismo se rezaba con las manos abiertas; el modo actual (de rodillas y con las manos unidas), más íntimo y personal, se impuso después del año 1000.


Tras el edicto de Tesalónica se desarrolló la imagen del <Pantocrátor>, el Cristo Soberano, Amo y Señor del mundo, expresión simbólica de la Iglesia políticamente dominante. Con una cuidada inexpresividad en el rostro, inmóvil y petrificado en un <gesto ritual> de bendición o dominio, en las muchas variantes del tema el Dios del triunfo se sienta sobre el cosmos circundado por los símbolos del poder: una vestimenta ostentosa, el trono, el cetro, la corona, la aureola y una profusa corte de ángeles y Apóstoles.




Antes de fijar el rostro de Cristo en la iconografía hoy en día habitual, éste sufrió variaciones notables. En los primeros siglos, a menudo fue retratado como un adolescente (a la izquierda); seguidamente se logró encontrar una imagen convencional representando a un hombre con una edad aparente de treinta años. La imagen de Dios Padre (abajo), algo más tardía, se obtuvo simplemente envejeciendo los rasgos de Cristo.




TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO